Por Miguel Rodríguez Villafañe | Abogado Constitucionalista
Presidente del comité organizador de la Asamblea Pública Participativa
Desde el Espacio Multisectorial ofrecimos una salida de significación democrática a los vecinos de Carlos Paz y el sur de Punilla, garantizando el respeto y la pluralidad de voces que desearon expresarse.
Pasaron tres ex intendentes de diversos signos. Todos hablaron de sus lógicas de gestión, pero dijeron que lo fundamental es el dialogo, hacer y no destruir. Ha pasado un senador nacional, seis diputados nacionales, tres legisladores provinciales, varios concejales de distintas localidades, gremialistas de la CTA de la CGT, de ATE, de gremios como Luz y Fuerza, del CISPREN. Hubo docentes, partidos políticos, jubilados, hoteleros, vecinas y vecinos.
Democracia y participación
Es importante señalar que, por un vicio que tiene el sistema, lamentablemente el que gana una elección se lleva la mayoría y el que pierde tiene una minoría casi insignificante. La particularidad que tiene Villa Carlos Paz es que la mayoría representa al 35 por ciento de los habitantes y los que tiene la minoría representa al 65 por ciento. La mayoría real no tiene representación significativa y una minoría respetable, pero minoría al fin, es la que toma las decisiones mayoritarias. Eso es una patología del sistema.
Este Espacio Multisectorial y esta Asamblea pública participativa, está fundada en lo que dice el artículo 17 de la Carta Orgánica Municipal.
Ya desde la época de Avilés y ahora con Gomez Gesteira, la Municipalidad asume el servicio del agua y cloacas, sin respetar lo que manda la Carta Orgánica, que en esto es muy sabia, señalando que para esta situación hace falta doble lectura, es decir, una mayoría agravada, luego una audiencia pública y una segunda lectura también con mayoría agravada. Esto es lo que este gobierno ha querido evitar para que la ciudadanía no sea escuchada.
Lo que está en juego es primero sacarle el servicio a la cooperativa, que de ninguna manera está mal prestado, nadie puede decir eso. Luego, matar a la cooperativa. Pero están matando a una empresa solidaria, no a cualquier empresa. ¿Cuál es la necesidad de matarla?
El Tribunal Superior de Justicia, a mi criterio de manera equivocada, malintepretó que la Municipalidad tenía el servicio. Nosotros nunca hemos discutido que es potestad municipal el servicio de agua. Pero una cosa es la potestad de control y otra muy distinta es la potestad de prestación. Al punto tal que cuando presentamos el recurso extraordinario ante la Corte, el propio TSJ dice, que no estaría mal que se consultara al Concejo de Representantes, y ya el propio Avilés había entendido que así era, hasta que se dio cuenta de que no iba a tener mayoría agravada y dictó un decreto por su cuenta.
Lamentablemente, por los hechos que son de público conocimiento, nuestra Corte no está a la altura de las circunstancias y falla sin otorgar ningún fundamento.
De cualquier forma, ni el TSJ ni la Corte se han expedido respecto de los agravios que concretamente ha sufrido la ciudadanía.
Estamos ante un Municipio que no da ninguna garantía en cuanto a su posibilidad de asumir un servicio, teniendo en cuenta que, por ejemplo, presta el servicio de salud en el Hospital Sayago y es un desastre.
Enfrentar a las víctimas
El Municipio está difundiendo que con su postura, del servicio significará un ahorro del 50% y esto es mentira, porque hablan de porcentaje pero no de monto.
¿Merece la sociedad de Carlos Paz que se la prive de forma aviesa de una cooperativa con todos los servicios que brinda la Coopi? ¿Merece Carlos Paz y zona de influencia que se eche a 240 familias que se van a quedar en la calle, más 200 familias más por empleos indirectos, sin ninguna razón? Como si esto fuera poco, en plena pandemia y crisis económica. Es inaceptable.
Por si no fuera suficiente daño, la Municipalidad ha sacado un comunicado invitando a postulantes a diversos cargos, lo cual demuestra también la insensibilidad de una gestión que pretende hacer enfrentar a las víctimas, jugando con la necesidad de tanta gente desesperada por trabajo, mientras dejan en la calle a otra de la forma más injusta. Y todo esto sin ningún beneficio para la sociedad.