Por Eduardo Fernández | Diputado Nacional por Córdoba | Frente de Todos
Nos hallamos a pocos días de las elecciones PASO. Ya están definidas las alianzas y fórmulas que encontraremos en el cuarto oscuro. Nuestro pueblo, sobre todo los sectores populares, se encuentran en una delicada situación y ante una paradoja para nuestro espacio, se está creciendo económicamente y creando empleo registrado, sin embargo, la pobreza crece y es intolerable.
El gobierno, nuestro gobierno, ha soportado situaciones excepcionales, recibimos un país donde no se crecía, las empresas pymes cerraban, se destruyeron miles de puestos de trabajo, con un default declarado por primera vez de la deuda interna (disfrazado bajo el concepto de re perfilamiento) y un entramado de especulación financiera escandaloso, sin crédito accesible para los sectores productivos y comerciales, ni reservas monetarias. Con medidas como la fijación del llamado cepo a la adquisición de divisas, a lo que se agregó el endeudamiento externo con el FMI (el mayor crédito otorgado por el organismo) y una agenda de vencimientos imposible de afrontar.
La situación de los trabajadores y jubilados se había deteriorado y la pérdida del poder adquisitivo se resentía ante un proceso inflacionario alentado por las políticas especulativas del anterior gobierno.
Apenas un par de meses después de asumir el Gobierno, nos tocó enfrentar a una pandemia global inédita, con un Estado deteriorado en su capacidad de respuesta, con ministerios desmantelados y sin poder recurrir a financiamiento de organismos internacionales, como lo hicieron la mayor parte de los países del mundo. Con todas esas limitaciones, protegimos la vida, la salud, las producciones esenciales, el trabajo, invertimos en ciencia y técnica.
Luego afrontamos la difícil tarea de renegociar la deuda externa, al tiempo que se desataba la guerra Ucrania – Rusia, que produjo el cambio de precios de los comodities en alimentos, pero fundamentalmente en energía donde el gobierno macrista nos dejó con un gran déficit.
Por si fuera poco, este último año afrontamos la mayor sequía de los últimos 80 años con su enorme secuela en la balanza de pagos y en los ingresos del Estado.
Así y todo, resistimos con convicción las presiones para imponer las políticas de ajustes que nos proponen las recetas ortodoxas.
Hoy este enorme esfuerzo que ha hecho nuestro pueblo puede perderse.
Si con todo lo que pasó no pudieron imponerse los poderosos de afuera y de adentro, estamos en condiciones de comprometernos con nuestros compatriotas y decir que sabemos qué es lo que hay que hacer.
Con la autocrítica necesaria para corregir errores y el convencimiento de que el camino es el que venimos transitando, atendiendo siempre primero las necesidades de quienes más necesitan del acompañamiento del Estado.
No vamos a cercenar derechos, no creemos en la flexibilización laboral ni la privatización de las jubilaciones, no sacrificaremos autonomía, ni soberanía en nuestras decisiones.
Nuestra fuerza construye y se construye desde el amor y la confianza en el pueblo. Por eso no creemos y ni apelamos al discurso del miedo que día tras día amplifican los poderosos monopolios de comunicación, buscando minar la moral de las y los argentinos
La solución no está en volver al pasado. Más endeudamiento, menos derechos y más represión nunca fue ni será solución para los que menos tienen.
Nuestra responsabilidad es enorme, nuestra propuesta de impulsar un país federal y productivo, en el marco de un desarrollo con equidad, trabajo digno e inclusión, son nuestras banderas para interpelar a la ciudadanía. Militamos la esperanza de que hay un futuro mejor.
En Córdoba debemos multiplicar los esfuerzos. Creo esencial romper cualquier barrera entre los integrantes de nuestro espacio, dejando atrás personalismos y resentimientos porque el momento lo exige y la patria está en peligro.
Tenemos propuesta, programa y una fórmula presidencial que nos permite encarar en este contexto el desafío de las elecciones.
Sellamos el compromiso de Unirnos por la Patria y tenemos los mejores candidatos para pasar a una nueva etapa de nuestro gobierno: Sergio Massa y Agustín Rossi.
Que sea puerta a puerta, casa por casa. Salgamos al encuentro de nuestros compatriotas llevando el mensaje de que es posible construir una Argentina más justa y solidaria. Sabemos cómo hacerlo.