Online Slot Machine Philippines Gcash Homenaje a Ramona Orellano Bustamante – Eduardo Fernández

Homenaje a Ramona Orellano Bustamante

El diputado nacional Eduardo Fernández, brindó homenaje Ramona Bustamante en la Cámara de Diputados de la Nación. A continuación, el texto de su discurso.

El pasado 18 de junio, falleció en mi provincia, en Córdoba, una mujer de 95 años, cuyo nombre e historia quiero traer hoy a la Cámara de Diputados.
Quiero hablarles de Ramona Orellano Bustamante, Ramona del campo La Maravilla, Ramona de un cacho de tierra y bosque nativo, donde nació, vivió y murió, a unos 20 kilómetros de Sebastián Elcano, en el departamento Río Seco, en el norte campesino de la provincia de Córdoba.
La vida de Ramona no fue muy diferente a la de otras y otros campesinos de nuestra Argentina, Una Argentina que en los noventas le dio todas las ventajas al poderoso agronegocio que, en mi Córdoba, avanzó muchas veces en la transformación forzosa, voraz y violenta de la cultura rural, las economías regionales y la virtuosa relación con el medio ambiente que cultivan los pequeños productores serranos.
Ramona se convirtió en símbolo de resistencia porque pasó los últimos 30 años de su vida luchando por sostener la propiedad de su tierra, una isla de 150 hectáreas en medio de un mar de soja, donde criaba sus animales: caballos, cabras, vacas y ovejas.
Allí, en la tierra que vivió y trabajó hasta su final, en 2003 Ramona vio como las topadoras le volteaban su casa, mientras la justicia cordobesa daba crédito al reclamo de dos agroempresarios que todavía se adjudican la propiedad de esa tierra, en una maniobra que Ramona denunció como una estafa hasta el día de su muerte.
Voltearon su casa, pero Ramona se quedó.
Con palos y nailon armó un rancho al lado de las ruinas de su hogar, y siguió viviendo allí, hasta que un tractor volvió a tirar abajo su techo.
Pero Ramona se quedó.
Le envenenaron el pozo donde ella y su hijo Orlando sacaban agua para vivir.
Pero Ramona se quedó.
Le mataron algunos animales. Y Ramona resistió.
Le hicieron un juicio por usurpación, y fue sobreseída.

En de 2018, en el marco del Día Internacional de la Lucha Campesina, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba distinguió a Ramona Bustamante con el “Premio José María Aricó” en reconocimiento a sus saberes ancestrales, la lucha por la tierra y la defensa de los recursos naturales.
La vida de Ramona es un ícono de dignidad que se transformó en ejemplo y permitió exponer en la agenda pública las cientos de Ramonas que hay en Córdoba y que, sabemos, también existen a lo largo y ancho de nuestro país.
Soportando hasta el día de su muerte la incertidumbre de la posibilidad de desalojo, el fallecimiento de Ramona, deja al Estado con una gran cuenta pendiente con ella, con su familia, y con todo el Movimiento Campesino.
Hablo de la necesidad de poner en discusión el rol del Estado en el desarrollo de nuestras comunidades, en la necesaria y posible armonía entre la producción, el trabajo rural y la vida campesina, la vida serrana, el medio ambiente, el buen vivir.
Hace dos semanas que Ramona falleció en su campo, en su casita que voltearon dos veces y ella volvió a levantar.
Ahí se queda, recordándonos todo lo que estamos haciendo mal y proponiéndonos desde el ejemplo, una forma más humana de habitar este mundo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?