*Por Carolina Gonzalez | Secretaria Gremial 1ª del Sindicato Regional Luz y Fuerza
El mundo avanza, eso es cierto y trae consigo cambios. Pero ¿Todo cambio es bueno? ¿Todo cambio trae progreso?
Yo creo que en el caso de las intenciones de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba de cerrar distritos y oficinas comerciales, la respuesta es no.
Cuál es el progreso de despersonalizar la atención a miles de usuarios, cuál es el progreso en tener que trasladarse a una ciudad vecina para realizar trámites que no se hagan vía página web. Con la dificultad que eso implica para muchas familias y el costo económico extra que deberán afrontar por dichos traslados.
También podríamos preguntarnos ¿Qué es el progreso? Claro está para nosotros que achicar a una empresa no es sinónimo de progreso. El mundo se expande y es sabido que estar cerca de la gente marca la diferencia. Además, no debemos olvidarnos que la EPEC tiene por historia y obligación, un rol social que difícilmente tenga una empresa privada.
Una empresa pública y de todos los cordobeses debe estar cerca de la gente para brindar un buen servicio.
Puntualmente y más inexplicable resulta el cierre de Distritos para centralizarse en una sola zona. Para esto no hay argumento tecnológico que lo defienda, porque desarraigar a los trabajadores de redes de dichos distritos, no solo los perjudica a ellos, sino a todos los vecinos que verán demora en un hipotético caso de reposición de servicios o arreglos de líneas y postes, luego de las tormentas que suelen azotar a nuestra provincia.
Esos trabajadores ya no estarán en su pueblo o ciudad, sino que deberán venir desde varios kilómetros de distancia. Con esto se pierde la inmediatez, el servicio se deteriora y el malestar general del usuario crece. Ese malestar indudablemente se trasladará a los trabajadores que no tienen voz ni voto en las decisiones que toman las autoridades de la empresa.
Resulta injusto que nuestros compañeros sean el blanco de reclamos, cuando ellos mismos a través de nuestra organización gremial han señalado el error de dichas medidas que la empresa quiere tomar en medio de una pandemia, cuando la incertidumbre se ve agudizada por esta crisis sanitaria y económica sin precedentes.
Afortunadamente desde que comenzamos estos reclamos hemos recibido el apoyo de miles de vecinos, intendentes, Concejos Deliberantes y legisladores provinciales porque han entendido la importancia de la permanencia de la empresa a través de los distritos y oficinas comerciales.
Lo nuestro lejos está de ser un capricho. Somos los primeros en querer ofrecer el mejor servicio a la ciudadanía cordobesa, porque queremos hacer bien nuestro trabajo y que el servicio sea de calidad. Como organización gremial así lo entendemos y es por eso que desde nuestro lugar capacitamos a nuestros trabajadores constantemente, porque consideramos que la capacitación permanente es darle valor agregado a cada puesto de trabajo.
Las gestiones y la lucha para que estas medidas no se concreten, siguen. Esperemos que la empresa escuche no solo a los trabajadores, sino a todos los que nos apoyan en estos reclamos. Tenemos una visión de una empresa integral, que enorgullezca a los cordobeses y sea ejemplo en nuestro país. No debemos permitir que esto se anule bajo el argumento de un progreso que tras del velo que lo cubre solo hay retraso y perjuicio.